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Spanking

De spankee a sumisa

De spankee a sumisa Mi adolescencia fue el momento del despertar y el descubrimiento del placer de los azotes gracias a lecturas que yo buscaba ávidamente o viéndolos en alguna película.

Durante años oculté esto porque creía que era algo enfermizo, que no era normal, tuve una larga relacion vainilla y con el tiempo se fue desgastando, a través de internet refloté ese deseo oculto y gracias a la palabra magica azotes llegue a los grupos.

Continué leyendo todo lo relacionado con el tema y descubrí que disfruto más siendo sumisa o esclava que spankee, me erotiza entregarme al otro en cuerpo y alma, dejar que sea él quien de las órdenes, quien maneje las situaciones, sentirme la puta de mi señor, sentir que soy suya, que su placer es mi placer.

Saberme entregada, estar a sus pies, satisfacer sus deseos, ser atada, pinzada, me llevan a hacer el amor como jamás creí que se pudiera.

En cuanto a experiencias reales, me ocurrió algo muy particular. La primera vez estuve con un spanker, pero la segunda noche con el mismo señor estuve con un amo, tal vez él intuyó cuales eran realmente mis necesidades, y esto me puso en el camino de saber verdaderamente que es lo que me hace vibrar.

Escrito por: sumisette

3 comentarios

10 -

Para muchos amantes del spanking el tema de la D/s es casi un tabú. Y para muchos miembros de la muy numerosa comunidad bdsm el spanking solo es un arte menor como la zarzuela lo es a la gran ópera, un simple divertimento. Creo que ha sido muy oportuno por parte de sumisette publicar este artículo aquí y tratar el tema.

Ocho -

Yo me atrevo a profundizar, Señor Diez, por supuesto, pero la verdad es que no sé muy bien por dónde empezar... Veamos: Yo también formo parte de ese grupo de spankeesumisas o sumisaspankees, y no creo que sea por no tenerlo claro. En realidad, en mi caso concreto, no me atrevería a quitar uno de los dos nombres y describirme sólo con el otro. No soy una sumisa 100%, ya que mi sumisión es algo “light”, como ya me dijeron en una ocasión (digamos que paro antes de llegar a una sumisión ni mucho menos completa), pero tampoco soy una spankee 100%, ya que mis gustos van “algo más allá”. Y sí, coincido en el calificativo de “difusa frontera”. Mi única experiencia real con este tema ha sido con un Amo, nunca he estado con un spanker, pero sin embargo sí probé algo de spank con esa misma persona, aunque desde luego no fuera, ni de lejos, algo basado en una relación paterno-protectora ni tuviera un final de abrazos y llanto agridulce. Para mí los azotes fueron un castigo “real” ante una “ofensa”, desobediencia, o falta real que había cometido, a veces sin darme cuenta. Y sé que me encantan los azotes (y las ataduras, y la sodomía...), siempre bajo una apariencia de castigo real y de indefensión voluntaria, aunque a veces echaba de menos el “rollito” infantil de algunas fantasías. ¿Conclusión? Que cualquiera sabe con cuál de las dos situaciones me sentiría más plena. Cuando lo descubra, seréis los primeros en saberlo. Palabra.

Señor Diez -

Me ha gustado este artículo. Me ha gustado por varias razones. En él una mujer explica cosas importantes de su vida, nos cuenta como del sueño adolescente con los azotes pasa a una relación vainilla que no funciona, descubre los azotes reales y casi simultáneamente va más allá. En este artículo se toca desde una óptica personal el espinoso tema de la difusa frontera entre spanking y D/s ... alguien se atreve a profundizar?