A ver qué sale
Me lanzo otra vez a escribir sin tener ningún tema claro en mente, más que el de hablar de las nalgadas, que es lo que nos gusta a todos los que andamos por aquí. La vez anterior, escribí sobre esa época infantil en que mi afición por el spanking era clandestina y secreta, cuando ni yo sabía que tenía un trasfondo erótico, mismo que descubrí antes de descubrir el sexo. Y fue muy extraño. La verdad es que la primera vez que noté que pensar, escribir, dibujar, fantasear con nalgadas me humedecía, ¡me espanté! Y tanto me asusté que dejé de pensar en el delicioso tema. Traté de evadirlo, de huir de mis propias fantasías, justo como las niñas decentes de antaño, huían de sus más íntimos deseos y apetencias. Fue inútil, por supuesto, no se puede huir de los propios deseos. Así es que mejor me relajé y volví a las andadas. Volví a imaginar que el maestro me nalgueaba, y aún peor, empecé a imaginar que LA maestrA me nalgueaba. Esta nueva fantasía me espantó todavía más, pero, como decimos en mi país, yo ya estaba curada de espantos, así es que relajadita, me dejé llevar por mis fantasías -que yo misma tachaba de lesbiánicas, cuando mis adolescentes años no sabían de tolerancia, respeto y aperutra de criterios-. Y no era que me llamaran la atención las mujeres, pero sí me llamaba la atención la nueva experiencia fantástica de ser castigada por una mujer, ya que durante todos mis sueños infantiles habían sido sólo hombres los que me colocaban sobre sus rodillas. Varios años después, siendo toda una respetable madre de familia (¡jaaaa!), el tema de ser azotada por una mujer todavía no sale de mis fantasías. Se me sigue antojando y por supuesto, sé que es casi imposible ver realizada la fantasía, pero tampoco me inquieta. Me basta con imaginarlo para excitarme. Y es que la imaginación es el mejor don que tenemos. Te lleva a donde quieras, te hace acompañar por quien quieras, te coloca en los escenarios y las situaciones que quieras... en fin, bien dicen que es el organo sexual más poderoso.
Con todo, los hombres spankers siguen siendo mis protagonistas favoritos, pero las spankers tienen en mi fantasía un sitio especial, quizá el sabor delicioso de lo prohibido, lo extraño y lo imposible. Además que tengo la idea de que una mujer estricta puede ser mucho más severa que un hombre... a ellos unos lindos ojitos de niña inocente podrían ablandarlos ;)
Uno
Con todo, los hombres spankers siguen siendo mis protagonistas favoritos, pero las spankers tienen en mi fantasía un sitio especial, quizá el sabor delicioso de lo prohibido, lo extraño y lo imposible. Además que tengo la idea de que una mujer estricta puede ser mucho más severa que un hombre... a ellos unos lindos ojitos de niña inocente podrían ablandarlos ;)
Uno
5 comentarios
Vicious -
Anónimo -
Uff el dibujo me encanta.El ver dos mujeres en esos roles como espectador me gusta mucho , y curiosamente en dibujos más.
Siete
Jano -
"No"
Pero, tendrás tentaciones.
"Sí, padre; pero jodiendo, se me quitan".
Es todo.
JANO.
Sr. Diez -
Eso sí, por lo de las fotos, te has ganado unos azotes y te los dará una persona de sexo indistinto, pero te los has ganado... quedan pendientes...
Uno -